lunes, 16 de enero de 2012

¡Rolling in the deep!

Sé que tengo un carácter un tanto extraño...
Puedo estar bien, y cinco segundos más tarde, querer morir, o querer matar. Hablando metafóricamente, claro.

Sé que no soy perfecta, ni una persona fácil de tratar. 

Sé que quizá, al igual que tod@s, pueda ser bipolar. De hecho, sé que lo soy.   ;)

Puedo ser la más serena y dulce de las personas de este mundo, pero también puedo ser tu miedo, tu pesadilla. Si me provocas deberás huir... Saldrá lo peor de mi: todos mis defectos, mis pensamientos más malvados, mi rabia, mi orgullo, mi rencor, y en parte, lo odio... 

¡Me odio cuando te odio, pero odio más, cuando te quiero! 

Me ha tocado ser así. Me toca guardar nuestras fotos, o incluso borrarlas, tirar tus cosas, quitarlas de mi vista, eliminar todos los recuerdos. Sé que lo hago sólo por un tiempo, porque luego, las vuelvo a sacar, las vuelvo a ver, me vuelvo a acordar de todo lo que hemos vivido, de todo lo que hemos tenido.

No es fácil, créeme, pero tengo este carácter: Si me buscas me encuentras... 


Quizá debería intentar cambiar, intentar que no me afecte, que no me importe, dejarlo pasar... pero es que ya lo he intentado tantas veces, ¡que he perdido las ganas de hacerlo!

Todo ser humano defiende sus intereses, sus gustos, sus opiniones, etc. Yo también lo hago.

Existen demasiadas diferencias, por eso he llegado a pensar, en alguna ocasión, que del amor al odio hay sólo un paso. Que voy a enterrar hasta el último momento contigo, para no volver a llorar cada vez que me siento dolida. Pero sé, que es imposible. Sé que siempre estás ahí.


Te he querido más que a nadie, te dije que sería así para siempre, y sé que lo será. Pero tu también me dijiste que nunca me harías daño, que nunca me dejarías, y ya vivo sabiendo que no estás.


Tal vez no lloro, pero me duele. 
Tal vez no lo digo, pero lo siento. 
Tal vez no lo demuestro, pero me importa.

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